Jacinta, presentó su primer libro " Memorias de una becerra", con lágrimas en los ojos que incluso le impidieron hablar en varios momentos de una rueda de prensa muy emotiva, en la que destacó, con sus habituales dificultades en el habla, que -“había cumplido un sueño”-. Acompañado de un traductor para sordos, su inseparable osito de peluche y su madre, estuvo muy conmovida durante todo el acto celebrado en los aseos del Mercadona, rebosantes de holgazanes de Barranquillas (Madrid), dónde vio nacer a esta mugrienta mujer de mísero intelecto hace 40 años, en dónde todavía hoy, es un ídolo , un icono, un ejemplo a seguir por miles de gitanos y vagabundos. Jacinta compareció puntual a la rueda de prensa. Estaba visiblemente nerviosa, con su sucio traje-chaqueta salpicado por aceite y mayonesa. Mostraba amplias manchas de sudor en las axilas y la enorme barriga le deformaba una blusa que se abría y dejaba ver un ombligo peludo y grasiento. Sonreía con una risita indecente que ponía al descubierto unos dientes desiguales, torcidos, quebrados, con varias capas de sarro que colgaban de unas sangrientas y putrefactas encías. Sus orejas, de longitud exagerada, rebosadas de amargo cerumen, le otorgaban un aspecto aterrador, fétido. Su nariz, torcida, tosca, afilada, repleta de puntos negros como un error del buscaminas, le confería una fisonomía vomitiva, repugnante. Jacinta declaró con voz de camionero ucraniano-"sentirse orgullosa del libro en el que el prólogo fue redactado por mi amigo, mi compañero, mi amor, Anatasio Prepuzio. Un prólogo lleno de recuerdos, y que me ha dado la idea de hacer mis pinitos en la literatura.”-, fueron las perlas cultivadas de Jacinta en su preámbulo antes de presentar el libro en sí. Jacinta bebió un sorbo de agua, expectoró estrepitosamente escupiendo en la mesa un repugnante esputo de saliva con alto contenido mucoinfeccioso, y prosiguió con su presentación. Estaba nerviosa, tensa. Su obeso cuerpo transpiraba de forma apestosa y maloliente. Le picaba el pubis por la cantidad de ladillas, herpes y hongos que colonizaban sus genitales. Se rascó con ostentación su sexo, olfateó con depravación los dedos con los que había friccionado sus órganos sexuales y prosiguió con la explicación. Profesándome en todo momento una gran admiración, tuvo palabras de cariño y amor, así como gestos, besos y miradas tiernas hacia mí durante el evento. -“ Se trata de una biografía que a lo largo de 130 páginas aborda desde mi infancia hasta la actualidad, centrándose no sólo en su vida pública, sino también personal.”- explicó Jacinta. -“ ¡¡¡Fea!!!! -increpó un exaltado asistente.
Jacinta visiblemente compungida, aguardó pacientemente que cesaran las injurias. Estaba abatida, hundida. Tenía introducido su dedo índice en el orificio nasal. Lo movía cuidadosamente en círculos. Palpó con la yema del dedo el preciado material y tras extraerlo y observar que era de óptima calidad, lo usó como aperitivo. Eructó miserablemente y reanudó la explicación. -“"Quisiera que la gente que lea el libro se sienta implicada, parte de esa vivencia, que se pueda meter adentro del personaje", agregó. -” Guarra!!!, Cerda!!!!!!!” - interrumpieron de nuevo varios asistentes. Con lágrimas en los ojos y voz temblorosa, Jacinta reemprendió la conferencia.
Los chorros de sudor caían por su frente. Olía como un vertedero. Cada vez que abría la boca, le quedaban varios hilillos de sucia saliva entre el labio superior y el inferior. Llegó hasta uno de los concurrentes, el aliento de su bufido. Una bufido nauseabundo y repugnante que les impactó de lleno. Una pestilencia compuesta de una mezcla de ajo, pescado y perro muerto en estado de descomposición que le ocasionó arcadas y vómitos. -“Tápate la boca para hablar, cloaca miserable!!! Ja Ja Ja!!“- interrumpió de nuevo. Mi pobre Jacinta estaba alicaída y humillada, sentada en su silla, con la cabeza gacha. Tenía la camisa empapada de moho. Su pequeña caja torácica estaba unida a la cabeza con ausencia de cuello. La única diferencia entre ella y un sapo era el color de la piel. Cerró los ojos y comenzó a respirar tranquila como una manera de controlar su cuerpo sometido a la presión. Tenía los dientes sucios y pringosos, con restos de las galletas de chorizo que acababa de comer. Aliviada del estrés, Jacinta prosiguió con la presentación. -“Me encuentro en la etapa de mi vida en la que ha logrado aceptarme y quererme, y me siento abiertamente feliz con mis defectos y mis virtudes y no me agobio por lo que dirán.”-. Cuando hablaba escupía pequeñas burbujas de radioactiva saliva blanca repletas de pus. Se rascaba compulsivamente el cráneo. Tenía una fábrica de nieve artificial en la cabeza de la que caían abundan copos de caspa. No. No eran copos. Eran costras y cortezas de rasposa y desprendida piel capilar. Tenía la cara poblada de repugnantes granos, forúnculos infectados y abscesos ulcerados repletos de gusanos y lombrices enroscándose. Los asistentes le miraban con ojos achinados, como intentando ver un dibujo oculto. Su rostro parecía una estatua de cera a medio derretir. La Madre Naturaleza había sido despiadada y cruel con ella. Entre silbidos y abucheos Jacinta concluyó la presentación, brindándome una bella dedicatoria:
Jajajajaja buenísimo.
ResponderEliminarAunque a penas nos conocemos, ¿Le he dicho ya que le amo desde una perspectiva puramente heterosexual?
Pues no me lo había dicho,,,Yo le amo en huevos revueltos.
Eliminar¿Dónde venden el libro?
ResponderEliminarEstoy ansiosa por devorarlo.
Besikos.
De venta en farmacias, herboristerías y mercerías.
EliminarRediós, que jartá de reir.
ResponderEliminarRediós que buena está usted.
Eliminar¿Sabe usted que cada vez que leo este post en la oficina, me interrumpe el jefe dos o tres párrafos antes de terminar? Por eso, no llego a ver el final y me abstengo de comentar. Sin exagerar, habré entrado aquí ya 4 o 5 veces.
ResponderEliminarLéalo con su jefe. tal vez se gane un ascenso.
EliminarBest Seller, fijo.
ResponderEliminarSure.
EliminarMe deja con la intriga... aguardo expectante el próximo capítulo de tan original biografía.
ResponderEliminarTendrá que esperar amigo Andrés. Mientras tanto, para hacer más llevadera la espera, le sugiero que introduzca un tenedor en un enchufe.
EliminarLo de los crostones de caspa me ha mataoooo, jajajajajaja Genial!
ResponderEliminarLa higiene capilar nunca fue una virtud de mi amada Jacinta.
EliminarJAJAJAJAJJA muy bueno.
ResponderEliminarNada, dentro de poco el "interlens" de mi oficina detectara su blog como spam.
Es que es spam.
EliminarMe parto de risa!!!!! jajajajaja ¿ Qué le dijo jacinta en la dedicatoria? perdone mi ignorancia pero no entendí el mensaje.
ResponderEliminar'Te amo con locura miserable cabrón', en el extinguido idioma turbabunga de Botswana.
Eliminar¡Cómo mola esa carátula del libro! Con esa tipografía... Avisando sobre qué esperar,,,,
ResponderEliminarGrande.
Fiel radiografía de lo que hallará en su interior.
EliminarEs-pec-ta-cu-lar.
ResponderEliminarMu-chas gra-cias a-mi-go Alx. Me sien-to un gi-li-pol-las es-cri-bien-do así.
EliminarMemorable, sencillamente memorable. Este artículo es para imprimirlo, enmarcarlo y colgarlo en la pared.
ResponderEliminarAmigo Juan José, este post, como todos los otros es pura bazofia.
EliminarSólo faltaba que Jacinta firmara los ejemplares de su libro con la lengua! jejeje
ResponderEliminarLo firmaba con los labios. Y omitiré cuál de ellos eran.
EliminarEste blog es maravilloso en general y esta entrada es gloriosa en particular. Me he reído muchísimo, la idea del post es gloriosa, muy divertida.
ResponderEliminarVolveré por aquí.
Vuelva cuando quiera, es gratis.
EliminarBuaaaaaaaaaah¡¡¡¡ Como me he reído¡¡¡¡¡
ResponderEliminarMis felicitaciones! Realmente nos hallamos ante un post que lleva la epicidad a un nuevo nivel de existencia.
¿Qué coño me está diciendo amiga Maruja???
EliminarJLORIOSO ESTE POST!!!
ResponderEliminarJracias.
EliminarBRAVO! Este post no merece menos que una cerrada ovación :-D
ResponderEliminarViva el Capullismo!
Viva¡¡¡
Eliminar¿Y para cuando su propio libro, Don Prepuzio?
ResponderEliminarLo estoy ultimando. Será en arameo.
EliminarNo puedo parar de reír!!!!
ResponderEliminarY yo no puedo parar de mirarla con lujuria,,,
EliminarComento luego,,,,
ResponderEliminarMe voy pál Mercadona antes que me lo cierren.
Corra, corra,,,
EliminarJoer, me palpita el frenillo después de haber leído la entrada.
ResponderEliminarLa dedicatoria soberbia, jajajaja
¿Qué frenillo? no me asuste usted, amigo Rodri!
EliminarTan sólo quería manifestar la inmensa felicidad que me produce la existencia de este blog, y especialmente la de este post, al que vuelvo cada cierto tiempo.
ResponderEliminarHay que buscar la felicidad en las pequeñas cosas, como este blog o el clítoris.
EliminarDesde luego, los hay cabrones, muy cabrones, auténticos cabronazos hijos de su madre, y luego está usted. Qué crack.
ResponderEliminarPor cierto, podría haberse ahorrado el traductor para sordos y realizar esa tarea usted, con su mano amputada.
Feliz fin de semana prepuzianos.
Usted fue uno de ellos, y no lo digo por lo de crack. Afortunadamente ya dispongo de una prótesis en mi mano izquierda.
EliminarAve Maria Purisima, tremendo el post de hoy.
ResponderEliminarPremio Planeta para " Memorias de una Becerra"
Tal vez en los premios 'Sonrisa Vertical', tenga más opciones.
EliminarQue hable JACINTA!!!!
ResponderEliminarAhora la llamo:
EliminarJacintaaaaaaaaaaaaa!
Buenísimio!!!!
ResponderEliminarApreciado Lecter. No me sea pelota. No va con usted,,,,
EliminarBravo no, BRAVÍSIMO¡¡¡¡
ResponderEliminarQue partida!
Bravísimo- ¿Soy la única que encuentra enigmática las peludas axilas de la mujer del libro?
ResponderEliminarEl vello axilar en la mujer, es un virtuoso símbolo de feminidad.
EliminarEeeeeehhhh.... tengo que ir a mear (de la risa)
ResponderEliminarVigile no mear fuera mientras rapea.
EliminarPost épico súbdito Anastasio.
ResponderEliminarMe halaga su comentario, Su Majestad.
Eliminarsalud y república.
Buenísimo. Y efectivamente, la cosa da para una segunda parte, donde espero haya más sobre las memorias de su amada Jacinta.
ResponderEliminarTremendísimo. ¡Bravo!
La habrá, pequeño Gary, la habrá.
EliminarY me podría decir ud. qué editorial ha osado publicar semejante obra literaria?¿
ResponderEliminarThis information has been clasified as CONFIDENTIAL.
EliminarHola, mi nombre es Rober, y les escribo desde el otro lado del charcazo... soy del Perú. Y nada felitarlos por darse tamaño trabajo tan divertidos.
ResponderEliminarBienvenido a tan absurdo blog amigo Rober. Me alegra hallar prepuzianos en Perú.
EliminarExcelente post, realmente ha logrado conformar un blog grandioso, es todo un gusto visitarle.
ResponderEliminarMe quedo con la dedicatoria final de Jacinta.
Un saludo.
Ciertamente sus palabras fueron conmovedoras.
EliminarUn poco cochinilla si que es su pareja Jacinta.
ResponderEliminarAghhhhhhhhh¡
Cochinilla y becerra.
EliminarDeberían haberle cedido el pasillo de comida para perros en lugar de los aseos del Mercadona para presentar el best seller, jajajajajaja
ResponderEliminarMe recuerda usted a la serie de walking dead. Estoy acojonado,,,
EliminarAcabo de leer la entrada que conduce la palabra'madre' marcada en rojo y que nos relata cuando conoció a sus suegros y me estoy descojonando vivo.
ResponderEliminarSublime.
¿ Grotescos mis suegros, eh?
EliminarMande una caja de ejemplares al Vaticano.
ResponderEliminarAsí lo he hecho. También hice lo propio con el rector de la parroquia de mi barrio.
EliminarEnorrrme artículo. Lo de la escena de buscar petróleo en las fosas nasales ha sido tremendamente... bueno, ha sido y punto. No sé si darle un abrazo o pedirle una indemnización por daños mentales. O las dos a la vez.
ResponderEliminarDenúncieme por favor! Siempre he querido gritar en un juzgado: PROTESTO!
Eliminar¿De qué laboratorio de científico loco se ha escapado el engendro de Don Prepuzio?
ResponderEliminarDe ningún laboratorio. Soy mezcla de tornero bosnio y gorila de montaña africana.
EliminarJo, Anastasio, sigo pensando que te vas a ganar el cielo y ella debería buscarse un asesor de imagen. Al menos, ya que no vamos a poder verla bien, que le enseñe a reprimir esos tocamientos y le recomienda una ducha, un ortodoncista y un dermatólogo.
ResponderEliminarAsí lo haré bellísima Aina. Y Dios me espera con los brazos abiertos, y al parecer le gusta soplar nucas,,,,
EliminarDígame por favor lo que fuma que me compraré 100 € de esa sustancia.
ResponderEliminarGenial y becerro el post.
Un periódico enrollado. Si puede ser de aquellos retrógrados y nostálgicos de tiempos pretéritos, mucho mejor.
Eliminar¡Cobarde! ¡Bribón! Es usted un cobarde!!! Insultaron a su amada y no hizo nada!!!!
ResponderEliminarEs inadmisible!¡
Pusilánime yo soy.
Eliminar"Tenía introducido su dedo índice en el orificio nasal. Lo movía cuidadosamente en círculos. Palpó con la yema del dedo el preciado material y tras extraerlo y observar que era de óptima calidad, lo usó como aperitivo. Eructó miserablemente y reanudó la explicación"
ResponderEliminarLa humanidad ha alcanzado su punto álgido con esta frase.
Sin duda. Pruébelo.
Eliminaroís eso...?
ResponderEliminarEs el sonido de cientos de depravados corriendo en busca de un ejemplar del libro.
p.d. muy bueno el post.
Tal vez lo que quieren es propinarme una atroz paliza.
EliminarCásate conmigo.
ResponderEliminarFornicamos antes?¿
EliminarCuando quiera Sir Prepuzio.
Eliminarplas plas plas plas
ResponderEliminaraplausos, magistral !!!! deberia dejar de leer tus posts en el curro, luego empiezo a descojonarme cosa mala y la excusa de estar concenctrado en un programa dificil ya no cuela.
Enséñeselo a su jefe.
EliminarComo dijo un buen amigo mio "No puedo parar de leer". Como sea tan bueno en la cama como escribiendo, tendrá el pene en carne viva a perpetuidad, supongo.
ResponderEliminarDesgraciadamente no soy diestro en lo primero ni ducho en lo segundo.
Eliminarjajajajajajajajajajaja
ResponderEliminarTorrentesco total.
ResponderEliminarUn halago para mí.
Eliminarby the love of god!!! Brutal!
ResponderEliminarBy the love of my penis, thank you.
EliminarVisitar su blog es un gozo sórdido sólo comparable con visitar la Estrella de la Muerte.
ResponderEliminarEs mucho mejor peregrinar a Lourdes haciendo el pino puente para curarse la fimosis.
EliminarGrande, grande. Qué kitsch todo.
ResponderEliminarCada vez estoy más convencido que la Teoría de la Atracción por lo ordinario tiene menos fisuras que la de la relatividad o la gravedad
Lo recuerdo la ecuación de dichas teorías.
Eliminar¡¡¡¡Oh yeah, baby baby!!!!
ResponderEliminar¡¡¡¡Oh yeah, baby baby!!!!
¡¡¡¡Oh yeah, baby baby!!!!
¡¡¡¡Oh yeah, baby baby!!!!
¡¡¡¡Oh yeah, baby baby!!!!
¡¡¡¡Oh yeah, baby baby!!!!
¡¡¡¡Oh yeah, baby baby!!!!
Revise el teclado de su pc amiga Patricia.
EliminarEstá mal, ehhhhh, yo me lo miraría.
ResponderEliminarSoy consciente se ello.
EliminarPasado el shock inicial, me adhiero sin matices a su blog.
ResponderEliminarMe alegra de su decisión pese a que se arrepentirá.
EliminarIM-PRESIONANTE. La única diferencia entre ella y un sapo era el color de la piel. Soberbio.
ResponderEliminarGRA-CIAS.
EliminarY seguro que las páginas del libro están en blanco.
ResponderEliminarNo tienen dibujitos para colorear.
Eliminarjajaja! me parto el hojaldre...
ResponderEliminarLa situación del dedo en la nariz es brillantemente vulgar.
Que lance la primera piedra quién no halla cometido este acto.
EliminarDeliciosamente escatológica esta entrada, para enmarcar.
ResponderEliminarNo la enmarque en su despacho por lo que pudiera ocurrir,,,,
Eliminar¡Me parto! ¡Post enorme!
ResponderEliminarMaaaaaaaaaaaaravilloso!!!!!!!!
ResponderEliminarEsta noche cuando llegue a casa lo primero que hago bajarme el libro.
¿Desde Megaupload?
EliminarHe descubierto mi vena sórdida: cuando estaba leyendo , al llegar a la parte del eructo, entre que lo leía descojonado y que entonces miré la imagen del Libro, por poco me he matado del ataque de risa que me ha dado (y que todavía me dura)...
ResponderEliminarBrutal post... ¡BRUTAL! :-))
Pues verla reír debe se aterrador amiga Abyy.
EliminarAhora mismo tengo una sensación extraña,por un lado me parto de la risa imaginándome la escena de las arcadas, las caspa, los eructos y las carcajadas, casi me caen los lagrimones y por otro lado me da una penita si querida Jacinta..
ResponderEliminarNo se preocupe, ella es conocedora de su condición de becerra. No sufra en silencio.
EliminarJajajajajajajajajaja
ResponderEliminarQué guarra es Jacinta!
Y Becerra.
EliminarMe da pena jacinta,,,
ResponderEliminarëpico el post amijo.
Gracias amijo.
EliminarIncreíble-ble.
ResponderEliminarOs sigo gracias al Twitter, que curiosamente es mi novio.
Sois grandes, pero seguro que eso ya lo sabeis.
Besos.
Twitter es su novio?, pues busque faltas de ortografía en el Twitter de Dani Martín.
EliminarQuerido Don Prepuzio, usted y Jacinta están hechos el uno para el otro. ¿O no? ¡¡¡Envidia cochina, muy cochina!!!
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, muy fuerte. Anónima de interior.
Tener envidia de mí o Jacinta es como poner alarma a un Seat Panda.
EliminarTal ves usted y yo no seamos incompetentes,,,
Yo no me considero incompetente. Y usted?
EliminarEs usted la niña de mis ojos, oiga.
ResponderEliminarUsted el ojo de mi niña.
EliminarTan soez y ordinario como divertido.
ResponderEliminarEs bazofia.
Eliminar¡¡¡Sos grande, loco!!!
ResponderEliminarJajajajajajajajajajaja
ResponderEliminarGran post que demuestra además de su capullismo que su enfermedad mental está en estado muy, pero que muy avanzado.
ResponderEliminarEmmental querida Beso, emmental.
EliminarOrbitar en la constelación de Álex Ubago le está dejando fatal...
ResponderEliminarCuanta razón,,,
EliminarJajajaja, menudo bodrio
ResponderEliminarPor fin alguien con ducho criterio.
EliminarComo es habitual, gran post.
ResponderEliminarPropongo el I Meeting de prepuzianos.
En su casa?¿
EliminarMe apunto. Anónima de interior.
EliminarJoder, esto es de lo mejor que he leído últimamente, digno del mismísimo Santiago Segura.
ResponderEliminarPues no habrá leído mucho últimamente amigo Jaime.
EliminarQué bestia!
ResponderEliminarCHAPEAU!!!!
ResponderEliminarjajajajaja
Encantada de haber conocido este blog!
ResponderEliminarEncantado de que haya pasado por aquí.
Eliminar¿Y si dejáis de usar bots en twitter? ¿Sería mucho pedir?
ResponderEliminar