La fotografía del desnudo ha tardado mucho tiempo en ser aceptado como una forma legítima de expresión artística.
Análogamente dicha disciplina ha encontrado severos obstáculos legales y sociales para ser aceptado, mientras el desnudo pintado y esculpido acarreaban siglos de legitimación cultural y estética. Las razones de su despiadada censura no eran otras que su ‘ofensivo’ realismo.
El vestirnos compulsivamente crea inseguridades sobre nuestro cuerpo. Estudios realizados muestran que el naturismo, por otro lado, promueve una positiva autoestima en lo corporal.Los desnudos, el erotismo y la sensualidad han sido siempre una fuente de inspiración para muchos artistas que tras décadas de afanosa contienda han liberado la fotografía del desnudo de la mazmorra de lo inmoral.
Y es que si en alguna actividad artística el erotismo tiene un sentido especial y enigmático, este es en la fotografía; ya que la imagen fotográfica podemos fundamentarla en un acto sosegado de contemplación, de un mirarse al espejo, y es siempre un acto de pretensión y sorpresa que transciende a los más ocultos y ansiosos deseos de belleza.
La peculiaridad de la fotografía en el erotismo es que conlleva un componente distinto al de otras artes visuales: el carácter de veracidad y de credibilidad, ya que la fotografía aparentemente refleja la realidad más fielmente y tiene la particularidad de convencer más directamente que otras manifestaciones expresivas, por esto, el erotismo, es un erotismo real, de experiencia y reconocimiento, aunque no exento de recursos lingüísticos y retóricos propios del lenguaje fotográfico.
La fotografía erótica, por tanto, propone por un lado, un aporte de evidencia y de realidad, y por otro, un medio importante para evocación emocional y la recreación artística, produciendo mensajes y excitaciones eróticas esenciales a partir de sus condiciones tecnológicas. Aún así, a igual que otras artes, la intencionalidad del autor es un componente necesario e ineludible que condiciona y define al erotismo en fotografía.
Solemos confundir la perversión con cierta invasión de nuestra visceralidad animal en el universo de una sexualidad elaborada, refinada y poética, con cierto aire melodramático o de romanticismo mal entendido, sin la tormenta ni la impulsividad con las que los amantes dan rienda suelta a las pasiones.
Solemos confundir la perversión con cierta invasión de nuestra visceralidad animal en el universo de una sexualidad elaborada, refinada y poética, con cierto aire melodramático o de romanticismo mal entendido, sin la tormenta ni la impulsividad con las que los amantes dan rienda suelta a las pasiones.
Tal vez haya sido éste el tema más controvertido, polémico y discutido de la rica historia de la fotografía erótica. Hoy nadie en su sano juicio se le ocurriría escandalizarse por la contemplación de un cuerpo humano desnudo, huérfano de prendas. No tendría sentido sentirse ofendido, impactado o herido en la sensibilidad por ver a los seres humanos tal y como son, sin ropas ni otros aditamentos. Otra cosa distinta sería la contemplación tendenciosa, pecaminosa o concupiscente de estos cuerpos. En este caso estaríamos ante una previa malicia, obsesión sexual o prejuicio injustificado por parte del demente contemplador. No obstante, debo confesar que la contemplación de este tipo de fotografía la he convertido en soporte masturbatorio, en material de autoestimulación. Sí. Degluto y eructo con un palillo en los dientes tras obsevar e imaginar estas hermosas obras de arte. Y me toco...
Embelesado por este primoroso y refinado arte, me he matriculado en el curso a distancia " El Desnudo y la Fotografía" que una reputada empresa de formación ofrece en su versión on-line. Superadas con éxito las dos primeras lecciones del seminario y alentado por mi tutor, me he aventurado en tomar mi primera instantánea. He aquí el bello resultado:
La segunda fotografía es de una belleza espectacular. Felicidades Don Prepuzio, será un fotógrafo de prestigio.
ResponderEliminarLa técnica del enfoque es sencillamente perfecta!
ResponderEliminarJajajajajajajaja
ResponderEliminarUna obra de arte sí señor!
ResponderEliminarExcepcional el juego de luces y sombras maestro!
ResponderEliminar¿ Como pudo hacerse la foto? Yo lo estoy intentando y me es imposible,,,,
ResponderEliminarEs usted un solemne animal!¡
ResponderEliminarEste blog es tan ordinario como divertido. Una seguidora más.
ResponderEliminarQue hermosa postal....
ResponderEliminarSpencer Tunick no lo habría hecho mejor. ;)))
ResponderEliminarQue playa más linda!!!!!!!!
ResponderEliminarSu tutor estará orgullosísimo de su primer trabajo. Enhorabuena.
ResponderEliminarK BRUTO¡¡¡¡¡
ResponderEliminarTremendo, demencial, como se nota que se lo curra muy bien señor Anastasio.
ResponderEliminarjajajajajajaaaaa cuando se sacará esa infantil máscara para enseñarnos su verdadero y según ud. nauseabundo rostro?
ResponderEliminarSiento comunicarle que abusa de los claroscuros con predominación de estos que quitan toda la relevancia a la fotografía. Por otra parte, decirle que también le falla en enfoque, y que el fondo final queda en exceso difuminado.
ResponderEliminarTiene mucho que aprender.
el horizonte esta un poco caido
ResponderEliminarsimplemente son un par de hermosas turmas
ResponderEliminar¡Buena foto!