El sexo anal es una
práctica sexual que consiste en la introducción, percusión o inyección
del pene en la séptica hendidura rectal de la pareja, sea ésta hembra, varón o animal.
Los prejuicios imperan alrededor del coito rectal. En
general, las féminas suponen que es una macabra práctica, incómoda, dolorosa e
incluso torturadora, los varones lo relacionan injustamente con la falta de
reciedumbre o con una sáfica praxis patrimonio de los gays, no pudiendo
documentar hasta la fecha el veredicto de los animales sobre dicha disciplina
sodomita.
Los rancios y retrógrados cancerberos de la moralidad
se han encargado de convertirlo en tabú, en luciferino e impúdico pecado, de
obligado reconocimiento en confesión, estigmatizando a quienes los practican,
como ya hicieron antaño con el onanismo, el sexo bucal o la homosexualidad.
Quizá la propia historia ha contribuido a dicho
hostigamiento.
Ya en el Mesozoico, los primates estimulaban el colon
de sus parejas con sus dedos, dildos o con dilatadores. Sus sucesores, los
macacos babuinos, de bermejas nalgas por razones obvias, experimentaron por
primera vez con el coito anal, hábito que despertó la vesania de los
dinosaurios, que iniciaron encarnizada cruzada contra tan dadivosos
cuadrúmanos.
En la antigua Grecia, la supremacía masculina se
dilataba también a la sexual, tomando el hombre a la mujer por detrás, en señal
de jerarquía y sometimiento, y poder así tocar la corneta, emulando a Virgilio,
teniendo que adoptar ella posición sumisa, algo rechazado por muchas. De ahí el
término ‘griego’ para adjetivar esta práctica.
Narran también en las sagradas escrituras que en los
tiempos del santo patriarca Abrahán, el cabrón de Yahvé pulverizó la ciudad de
Sodoma mediante un tifón de fuego para castigar a sus proscritos
coterráneos, fervorosos catecúmenos de la penetración rectal.
Por todos es sabido que el ano es la parte del cuerpo
menos seductora. El recto es un rico ecosistema de insalubres bacilos,
gérmenes excrementicios y viperinas bacterias.
Por dicha gruta son desterradas las morrallas fecales,
pétreas o acuosas, hediondos detritos intestinales, y por consiguiente, no es
un orificio que a primera vista parezca excitante.
No obstante, rigurosos estudios científicos evidencian
que el agujero oscuro, con sus politerminaciones nerviosas, es una de
las zonas erógenas más placenteras de nuestro cuerpo.
Es evidente, por lo tanto, que el sexo anal no sólo no
encubre coacciones de una orientación sexual encubierta, ni deseos
subrepticios, sino que, como cualquier otra expresión de la sexualidad, desata lujuriosas fantasías y sensaciones
maravillosas de entrega, sumisión o dominación, por no mencionar la nervuda
incertidumbre por conocer al souvenir fecal con la que siempre nos obsequia
esta disciplina copulativa.
Y este aspecto, el higiénico, es el que reprime todavía
a la mayoría de varones en ensayar con la penetración rectal.
Al
objeto de espolear a todo hombre anhelante del coito intestinal, pero recatado por
cuestiones higiénicas, les propongo una ingeniosa alternativa, sana, asequible,
profiláctica y tremendamente gratificante: el sexo anal con un colchón.
1.- Adquiera un colchón, jergón o
colchoneta en un establecimiento de mobiliario doméstico. Para dotar a la
experiencia de mayor realismo, esboce en su anverso un rostro: entrecejos,
pupilas, hocico, labios, pústulas, cicatrices o piercings. El abanico de posibilidades
en este punto es innumerable.
Auxiliado
por una navaja, proceda a realizar una abertura en el reverso. Este orificio
debe tener la misma profundidad y diámetro que la longitud y el grosor de su
pene. Un pie de rey no digital le puede ser de gran ayuda.
2.- Introduzca una bolsa de plástico en
el orificio. Si es posible de coloración negruzca. Evite los zurrones de
rejilla de patatas o cítricos, pueden ser irritantes en la penetración.
Si es perito en la pintura, puede dibujar vello o hemorroides alrededor
de la abertura, para otorgar autenticidad al fraudulento ano.
3.- Lubrique con generosidad la
bolsita con aceites industriales, vaselina o electrolíticos. Evite pomadas
ricas en mentol. Puede llenar la bolsa con semillas de melón o pepitas de mazorca
de maíz.
4.- Penetre al colchón como si de un ano se
tratara. Puede hacerlo con un cigarrillo detrás de la oreja. Experimente.
Sodomice a la acolchada de látex. Déjese llevar por sus instintos más
primitivos. Cabalgue. Ensaye. Goce.
JAJAJAJAJAJA GENIAL TU BLOG.
ResponderEliminarFOLLOW LOCURA.
Bienvenido es a tan absurdo blog, Sr. Afilador,,,
EliminarUn placer, de verdad,,,
Además de placentero y morboso es un gran anticonceptivo el sexo anal .
ResponderEliminarMuy interesante su propuesta.
Dónde coño está el anverso y el reverso de un colchón?¿
Un poco de imaginación, Sr. Herrada,,,
Eliminarjajajaja¡¡
ResponderEliminar¿ Se ríe por haber puesto en práctica tan ducho método ó por tan estúpido post ?
EliminarEs usted un completo gilipollas.
ResponderEliminarLo sé,,,
EliminarMuchas gracias,,,
Gracias por compartir.
ResponderEliminarEn serio, muchas gracias.
Voy a Galerías del Tresillo....
Aproveche la liquidación,,,
EliminarCompre un centenar de colchones,,,
jejeje con uno tengo suficiente!¡
EliminarLOL
ResponderEliminarThank you.
EliminarLo de ponerse el cigarrillo tras la oreja practicando la sodomía, no tiene parandón.
ResponderEliminar¿ Lo ha probado ?
EliminarHágalo y escupa sin piedad al colchón, verá que experiencia más fascinante,,,
Puedo asegurar que funciona.
ResponderEliminarSexo seguro, ¿ Eh, viciosillo ?
Eliminar¡Caguentó!
ResponderEliminarPuedo dar fe que un ilustre camarada de fechorías universitarias fue obsequiado por su pareja por aquel entonces con una lenteja practicando la zambomba anal.
Desde entonces no me he recuperado del síncope.
Interesante anécdota, mi buen amigo Agus,,,
Eliminar¿ Guiso de rey ó al laurel ?
No le sabría decir. Nauseabunda estampa, seguro.
EliminarInteresante apuntes históricos sobre esta práctica,especialmente la referencia de la Grecia clásica.
ResponderEliminarEstremecedor el testimonio de Agus.
A veces es necesario apuntes históricos para comprender la realidad,,,
Eliminar¡Válgame Cristo! Convencido, maestro.
ResponderEliminarLo pido estas Navidades!
No olvide dejar el zapato en el balcón,,,
EliminarBrillante...
ResponderEliminarCapullescamente mezquino, amigo Montxito,,,
EliminarBravo!!
ResponderEliminarHurra!!
¿ Está nervioso ?
EliminarEl punto 4, como que escrito, tiene un efecto hipnótico,
ResponderEliminarSí, si.
Interesante aportación,,,
Eliminarjajajajajajajajajajajaja Usted y sus inventos.
ResponderEliminar¿ Quiere experimentar alguno de ellos conmigo ?
EliminarEn la bolsa está la clave.
ResponderEliminarY en el agujero,,,
EliminarY en el chorizo en barra.
EliminarCuando hayas agujereado tanto el colchón que parezca un queso de gruyère, señal inequívoca de que habrás practicado mucho con algo parecido al sexo rectal, entonces me avisas jajajaja.
ResponderEliminarMuy bueno, tienes un talento genial!
Ya estoy listo, amiga belkis,,,
EliminarEstimado Amigo Prepuzio:
ResponderEliminar"Los rancios y retrógrados cancerberos de la moralidad se han encargado de convertirlo en tabú..." . Profunda, oscura, estrecha y pestilente verdad...
Una duda: ¿los gráficos son de su próximo "Sodomía Ilustrada para Niños" o del ya clásico "Porculizar for Dummies"?
Abrazos
" Porculizar for Dummies", en su 8ª edición, mi buen amigo Chuan Che Tzú,,,
EliminarKafkiano y torrentesco.
ResponderEliminarEspecialmente de lo segundo, Don Javier,,,
Eliminarjajajajajajajajaj
ResponderEliminarmuy bueno.
¿ Usted cree ?
EliminarLo acaban de decir por la radio:
ResponderEliminar" LoMonaco ha agotado sus existencias de colchones".
Exija su cánon...
Así lo haré,,,
Eliminar¿ Puedo abastecerse ?
Como una cabra ;))
ResponderEliminarCierto,,,
EliminarGenial.
ResponderEliminarSe agradecen las carcajadas.
No se merecen, mi buen amigo,,,
EliminarPara cuando un relato con Jacinta?
EliminarVaya con cuidado no sea que la Santa sede se apropie de su método...
ResponderEliminarEstoy al acecho,,,Créame,,,
EliminarEsperamos que su próximo post esté dedicado a "las pinturas rupestres" de su colchón.
ResponderEliminarNo sé si me entiende....
Es usted un degenerado,,,
EliminarJJAJAJAJA
ResponderEliminar¿ Lo ha probado usted ?
EliminarYo a la moza de la foto le practico sin pudor el sexo anal.
ResponderEliminarLo que haga falta.
EliminarCoincido con usted,,,
Es usté un puto crá.
ResponderEliminarMi más sincero aplauso.
Esfuércese un poco más,,,
EliminarNo lo oigo,,,
Absurdo.Buenísimo.
ResponderEliminarAs Usual.
Gracias por pasarse por aquí,,,
EliminarMaestro, auxilio!!!
ResponderEliminarNo encuentro colchón para tanta carne!!!
Use la imaginación, farsante,,,
EliminarDe nunca ha sido un secreto
ResponderEliminarque se queda descansado
quien por el culo ha tomado,
pues es un punto concreto
que es fácil de estimular
para poder copular.
Los griegos lo practicaban
y sus efebos tenían
y hasta sus dioses reñían
porque el amor suspiraban
del mismo joven, que extinto,
Apolo trocó en jacinto*
El placer es innegable,
pues el placer de cagar
nadie lo puede amagar
y en un placer impagable
y el que te la metan dentro
es cual cagar hacia dentro.
*El jacinto según la mitología griega nació de la sangre del joven cuyo amor deseaban Apolo y Eolo, dios del viento, que celoso cuando estaban jugando lanzando el disco, sopló y lo desvió dando en la cabeza del joven, que murió.
He estado una temporada fuera y por eso no he venido antes. Saludos y un abrazo.
Me consta que estuvo unos días por problemas familiares, amigo Carlos,,,
EliminarMuchas gracias por pasarse por aquí,,,
Grande maestro, muy Jrande!!!
ResponderEliminarJracias,,,
EliminarEntre su relato y el poema de Carlos, ando ahora un poco confusa...
ResponderEliminarKisses.♥
¿ Se lo cuento mientras cenamos ?
Eliminarjuas juas
ResponderEliminarFrikismo al poder.
Gilipollismo más bien,,,
Eliminarjajajajajajajaja
ResponderEliminarSon todos ustedes unos obscenos,,,
EliminarGenial. GENIAL.
ResponderEliminarUn beso y feliz semana.
Y usted está buena. BUENA.
EliminarSublime.
ResponderEliminarNecesito su consejo.
En casa tengo dos colchones, un colchón de agua resultado de una maratón visual de series americanas de los 80, y otro hinchable que compré hipnotizado por los movimientos pélvicos de una gimnasta en un anuncio de teletienda.
¿Cuál me recomienda para su experimento?
www.felizyrelajado.com (muy apropiado)