La lluvia amaraba con parsimonia, entreteniéndose, jugueteando. El tremebundo estruendo de un relámpago atravesó la llovizna con suave temblor. Un nervudo e incómodo viento galopaba entre los intrépidos e idiotas individuos que habíamos osado pagar el dinero que costaba la jodida entrada del Jardín Botánico, que albergaba especies de plantas y flores traídas de todos los confines del mundo, en una jornada en la que los meteorólogos habían pronosticado cuantiosas lluvias torrenciales. -“Proteja las plantas y los animales"- rezaba un cartel en la entrada del fastuoso vergel. Era un privilegio para nosotros tener un jardín de aquellas características en nuestra ciudad, dónde encontrar especies tan diversas y que, además, ponía en nuestras manos la maravillosa experiencia de aprender a diferenciar las distintas especies vegetales.
Paseábamos embelesados, radiantes, despreocupados, cogidos de la mano, puerilmente enamorados. Mientras la voz de Jacinta me susurraba paso a paso, los peculiares graznidos de los flamencos parecían guiarnos bajo el sonido de nuestras palabras. Complacido, expresé la inmensa alegría de estar junto a ella con un atronador eructo. Jacinta me sonrió con una maligna risa que terminó en tuberculósica y repugnante expectoración. Era feliz. Me sentía ufano, azaroso, tremendamente afortunado. Al respirar el aire apacible y húmedo, miré al infinito donde me sorprendió el cielo cubierto por grisáceos nubarrones que me sosegaban como somníferos.
El granizo empezó a descender con violencia, apedreándonos implacablemente la cabeza, entre los hermosos frutales como manzanas, ciruelas, guindos y grosellas, además de rosales, narcisos y junquillos. El rumor del viento sobre las desnudas ramas de los árboles se mezclaba con los berridos de dolor de los animales salvajes. Las brechas en nuestras cabezas sangraban profusamente, tal gorrino en el degolladero. Pero no nos importaba. Éramos estúpidamente felices. No sentíamos dolor. Caminábamos encariñados, ajenos al escozor de aquellas heridas, bajo un atroz vendaval de gigantescos pedriscos.
Debido a su belleza y exclusividad, las orquídeas se cultivaban en umbráculos, donde recibían toda la atención necesaria para su conservación y reproducción. Entré en el vivero, y tras orinar encima de un matorral de Manzanillas Reales en peligro de extinción, arranqué astutamente la mitad de ellas para entregárselas a Jacinta.
Sus cristalinos pero estrábicos ojos azules estaban distraídos observando el curioso apareamiento de unas moscas, mientras que con sus enjutas manos devoraba una bolsa de pipas como si no hubiera mañana. Estaba atrozmente empolvada. Necesitaría una pala para desmaquillarse. La miré lascivamente, haciéndole entrega del ramo de flores, en un encomiable gesto para subirle la autoestima. Utilizando todos sus músculos faciales, ella me devolvió el guiño.
Reiniciamos el paseo, cantando una canción de Camilo Sesto. El miserable cielo continuaba lapidándonos con granizo del tamaño de sandías. Nos detuvimos de nuevo. Esta vez para contemplar una zona que ofrecía plantas ornamentales, medicinales, endémicas, aromáticas y de huerta alrededor de unos nopales silvestres. Tras ellas, puede divisar la grotesca cópula entre dos primates. Llevé la cámara a mis ojos, acercando y alejando la visión, buscando el ángulo perfecto. Al ampliar la imagen logré un plano perfecto del macaco hembra. Aquella siniestra cuadrúpeda gemía como una posesa. Podía escuchar su trabajosa respiración. Sus pupilas gris pálido se movían temerosamente de un lado a otro. Me froté los ojos con violencia, por la mayúscula incredulidad, y volví a observar al simio. El parecido del orangután con Jacinta era terriblemente asombroso.
Proseguimos con el itinerario. Lagos con plantas acuáticas, como camalotes gigantes, recovecos armados como pérgolas y unas inmensas Palmeras Imperiales de Centro América, Venezuela y Colombia, de unos 50 metros de alto que bordean el camino principal del parque dándole un marco imperial a ese hermoso lugar. En ellas, un bello ejemplar de Garza de Sol, piulaba con un sonido particularmente molesto. Cogí un pedrusco y lo apedreé con certera puntería. Jacinta me miró orgullosa, asintiendo con la cabeza, aguantándose la risa, en una indudable señal de aprobación.
Una inmensa y bellísima explanada de Bromelias, nos advertía que el itinerario estaba a punto de concluir. Me detuve a leer un rótulo que avisaba que aquellas inflorescencias de gran atractivo se encontraban en estado vulnerable, destacando la destrucción del hábitat como la gran amenaza para su supervivencia.
Al girar la cabeza, observé perplejo como Jacinta había saltado la valla, y auxiliada con una pala, estaba escavando en aquella hermosa llanura, en busca de algún tesoro perdido.
Hay tantas palabras para definir ese lugar... Pero creo que lo mejor sería resumirlo en que es el sitio dónde la naturaleza, la belleza, la aventura y las leyendas se unen en aquel majestuoso jardín.
El granizo empezó a descender con violencia, apedreándonos implacablemente la cabeza, entre los hermosos frutales como manzanas, ciruelas, guindos y grosellas, además de rosales, narcisos y junquillos. El rumor del viento sobre las desnudas ramas de los árboles se mezclaba con los berridos de dolor de los animales salvajes. Las brechas en nuestras cabezas sangraban profusamente, tal gorrino en el degolladero. Pero no nos importaba. Éramos estúpidamente felices. No sentíamos dolor. Caminábamos encariñados, ajenos al escozor de aquellas heridas, bajo un atroz vendaval de gigantescos pedriscos.
Debido a su belleza y exclusividad, las orquídeas se cultivaban en umbráculos, donde recibían toda la atención necesaria para su conservación y reproducción. Entré en el vivero, y tras orinar encima de un matorral de Manzanillas Reales en peligro de extinción, arranqué astutamente la mitad de ellas para entregárselas a Jacinta.
Sus cristalinos pero estrábicos ojos azules estaban distraídos observando el curioso apareamiento de unas moscas, mientras que con sus enjutas manos devoraba una bolsa de pipas como si no hubiera mañana. Estaba atrozmente empolvada. Necesitaría una pala para desmaquillarse. La miré lascivamente, haciéndole entrega del ramo de flores, en un encomiable gesto para subirle la autoestima. Utilizando todos sus músculos faciales, ella me devolvió el guiño.
Reiniciamos el paseo, cantando una canción de Camilo Sesto. El miserable cielo continuaba lapidándonos con granizo del tamaño de sandías. Nos detuvimos de nuevo. Esta vez para contemplar una zona que ofrecía plantas ornamentales, medicinales, endémicas, aromáticas y de huerta alrededor de unos nopales silvestres. Tras ellas, puede divisar la grotesca cópula entre dos primates. Llevé la cámara a mis ojos, acercando y alejando la visión, buscando el ángulo perfecto. Al ampliar la imagen logré un plano perfecto del macaco hembra. Aquella siniestra cuadrúpeda gemía como una posesa. Podía escuchar su trabajosa respiración. Sus pupilas gris pálido se movían temerosamente de un lado a otro. Me froté los ojos con violencia, por la mayúscula incredulidad, y volví a observar al simio. El parecido del orangután con Jacinta era terriblemente asombroso.
Proseguimos con el itinerario. Lagos con plantas acuáticas, como camalotes gigantes, recovecos armados como pérgolas y unas inmensas Palmeras Imperiales de Centro América, Venezuela y Colombia, de unos 50 metros de alto que bordean el camino principal del parque dándole un marco imperial a ese hermoso lugar. En ellas, un bello ejemplar de Garza de Sol, piulaba con un sonido particularmente molesto. Cogí un pedrusco y lo apedreé con certera puntería. Jacinta me miró orgullosa, asintiendo con la cabeza, aguantándose la risa, en una indudable señal de aprobación.
Una inmensa y bellísima explanada de Bromelias, nos advertía que el itinerario estaba a punto de concluir. Me detuve a leer un rótulo que avisaba que aquellas inflorescencias de gran atractivo se encontraban en estado vulnerable, destacando la destrucción del hábitat como la gran amenaza para su supervivencia.
Al girar la cabeza, observé perplejo como Jacinta había saltado la valla, y auxiliada con una pala, estaba escavando en aquella hermosa llanura, en busca de algún tesoro perdido.
Hay tantas palabras para definir ese lugar... Pero creo que lo mejor sería resumirlo en que es el sitio dónde la naturaleza, la belleza, la aventura y las leyendas se unen en aquel majestuoso jardín.
La mazorca de maíz también puede considerarse una planta en peligro de extinción?
ResponderEliminarLo pregunto por la última foto.
Si es rosada, sí. Sólo si es rosada.
EliminarJajajajaja Divertidísimo como siempre.
ResponderEliminarBesos botánicos.
Se los devuelvo,,,,
EliminarEl verde lustroso del follaje, me ha embriagado.
ResponderEliminarComo amante de la naturaleza que usted es, me lo temía,,,
EliminarQuería dejar un comentario, pero la última imagen me dejó catatónico.
ResponderEliminarMe repongo, y comento luego.
Aquí le esperaré.
EliminarGrima capullesca...
ResponderEliminarPero he muerto con la foto final... madre mía.
¿Ha dejado estamento?
EliminarEstamento, no, pero testamento sí.
EliminarCarcajadas súper sinceras con esto.
ResponderEliminarEstá como una regadera, felicidades!
E intuyo que ignora que puedo regar por muchos sitios,,,
EliminarEstimado Amigo Prepuzio: O la ficción supera toda realidad o estuvo usted en el Jardín Botánico de Albacete el 18 de junio del corriente año de 2012...
ResponderEliminarhttp://www.rtve.es/noticias/20120619/alertas-dieciocho-provincias-lluvia-tormentas/537819.shtml
Pasmado estoy...;)
Voy a hacer una llamada de denuncia a Greenpeace. ;)))
ResponderEliminarAcojonado estoy,,,,
EliminarLe comería a besos
ResponderEliminarHágalo,,,y YA!
EliminarSi se hiciese un estudio en profundidad sobre las especies en extinción, seguro que en todos los casos coincide que por casualidad, o sin ella, se pasearon usted y su Jacinta por sus hábitas naturales, causando la destrucción a vuestro paso.
ResponderEliminarPero en el fondo, este paseo vuestro está cargado de romanticismo...ains qué bonito!
Me emociona enormemente que, como colofón de esta entrada, hayas puesto esa bella imagen de ese otro especímen que debe estar prácticamente extinguido ya pues hace siglos que no veo ninguno, y menos aún en su "estado más puro".
Sabía que le provocaría lágrimas de emoción al leer tan romántica historia, amiga belkis.
EliminarOjiplático me deja su visión del mundo. El apedreamiento de la garza de sol, - as usual-, brillante.
ResponderEliminarPruébelo. Apedrear pájaros, es una experiencia fascinante.
EliminarUn postio cargado de romanticismo.
ResponderEliminarMe he releído una vez más el enlace de Jacinta y sólo puedo añadir que es una obra de orfebrería torrentesca.
Un saludo.
"orfebrería torrentesca", interesante descripción amigo Dany,,,
EliminarMe tiene que dejar escribir un post.
EliminarEn la ilustración de abajo, en su parte inferior izquierda, no logro descifrar si tan bella hortaliza es una bromelia o una manzanilla Real......
ResponderEliminarNi una cosa ni otra. Es un pepino silvestre.
EliminarCoño! Que me lo como!
EliminarYo también he ido a leer el post de Jacinta; necesitaba ansiosamente saber qué tiene ella que no tenga yo.
ResponderEliminarSi me invitas a cenar, Anastasio, dejaré de ducharme, no me depilaré nunca más, aprenderé a eructar como un camionero...vamos, un encanto de mujer!
Si me promete que va a hacer todo eso, le invito a cenar. Palabra de capullo.
EliminarUsted ponga día y hora, y allí estaré, llena de roña y legañas.
EliminarPero avíseme con unos días de antelación para dejar de ducharme y de lavar mi ropa.
Dejaré también de depilarme y maquillarme.
Propóngala usted. Y allí estaré.
EliminarComo suele ser habitual, acabo aplaudiendo con las orejas cada vez que asomo la cabezuca por su blog.
ResponderEliminarMe tiene que enseñar eso de aplaudir con las orejas. Por mucho que lo intento, jamás lo logro.
EliminarCuando quiera, con la única condición de que no me enseñe su pene.
EliminarBuenísimo xD
ResponderEliminarBuena está usted.
EliminarAJAJJJAJAJAAJ acabo de descubrirte...ME PARRRTOOO!!!
ResponderEliminarVoy seguir viendo posts...
Hágalo,,,Probablemente no volverá.
EliminarGenialisisisisimo!
ResponderEliminarComo le agradan los penes, ¿eh puñetera?
Eliminar´Su obsesión por el pene, es enfermiza, jajajaja
ResponderEliminarNo la sabe bien,,,
Eliminar¡INCONSCIENTE!
ResponderEliminarUd. vaya jugueteando con su falo, que las dionaeas muscipulas, son carnívoras!
Coño!!
EliminarGracias amigo Javier. La próxima vez, untaré mi glande con matamoscas.
Os estáis perdiendo en el detalle y no veis lo importante: el búho que está entre los matorrales.
ResponderEliminar¿Dónde coño ves el búho?
EliminarEs un jabalí.
Eliminar¿Pero qué coño están diciendo ustedes?
EliminarJrande!
Eliminar¡Ese castaño...! No puedo parar de mirarlo!
ResponderEliminarMírelo cuanto quiera, pero, no lo toque.
EliminarJAJAJAJAJAJAJA!!!! Me troncho!
ResponderEliminarNo mienta, no mienta.
EliminarSobrecogedor...
ResponderEliminarVulgar.
EliminarDel LOL al xD pasando por el JAJAJAJAJA.
ResponderEliminarEs usted un capullo.
Como la copa de un pino amigo Diego.
EliminarEstimado Amigo Prepuzio:
ResponderEliminarLa ficción supera la realidad o usted y su adorada Jacinta estuvieron en Albacete el
18 de junio del corriente año de 2012...
http://www.rtve.es/noticias/20120619/alertas-dieciocho-provincias-lluvia-tormentas/537819.shtml
Pasmado me quedo... ;)
Muy divertido!¡
ResponderEliminarBesos.
Se los devuelvo, amiga Maite.
EliminarEn su línea soez y grosera.
ResponderEliminarMe asalta una duda... Encontró su querida Jacinta el tesoro?¿
Encontró un yacimiento de petróleo la muy cabrona.
EliminarUna maravilla de paisaje.
ResponderEliminarEmbriagador, sí señor.
EliminarEl de arriba es un pene y el de abajo es un cactus????
ResponderEliminarNO HABÉIS ENTENDIDO NADA DE NADA, PREPUZIANOS.
ResponderEliminarEL PENE EN CUESTIÓN MARCA LA DIRECCIÓN DEL TESORO QUE BUSCABA JACINTA.
Sumamente interesante su conclusión,,,
EliminarBRAVO!¡
ResponderEliminarEnésima chorrada capullesca!. Enhorabuena!
JaJaJa, usted tan romántico como siempre.
ResponderEliminar¿Qué le encuentra a Jacinta?
Todo lo que me sobra a mí,,,
EliminarLes hago directamente responsable de mi desvarío: Lo que antes era en ocasiones veo penes se ha mudado a SIEMPRE veo penes.
ResponderEliminarLo pagará muy caro.
He dicho.
¿me está amenazando?
EliminarMA-CA-NU-DO.
ResponderEliminarGRA-CIAS.
EliminarUn abrazo para los prepuzianos del otro lado del charco.
Lo que me he llegado a reír!
ResponderEliminarUn besazo!
¿Se ha reído de mí? ¿ De MÍ?
EliminarMe ha encantado la descripción de su paseo por el parque botánico. Pero tengo una curiosidad. ¿Qué canción cantaba usted de Camilo Sexto? Besos.
ResponderEliminar" Ya no puedo más ". A pulmón y castañuelas.
EliminarEso es difícil de creer. Usted siempre puede más y más. A los hechos me remito.
EliminarBesos.
Tiene razón en ese comentario,,,
EliminarEsa misma pregunta iba a hacer yo Anónima, jijijij
ResponderEliminarPues eso, ya lo he respondido.
EliminarInclasificable.
ResponderEliminarCierto.
EliminarMe gustaría pegarle. Puedo??
ResponderEliminarPor supuesto!. Sólo impongo una condición. Que lo haga con panceta.
EliminarSr. Prepuzio...es usted único para liarla..jajajajajajaja
ResponderEliminarMUACKSSSSSSSSSSS.
No soy único amiga Anna, soy, capullo,,,
EliminarEs increíble lo que su perturbada mente es capaz de escribir cuando lo que le sobra es tiempo.
ResponderEliminarNo se crea,,,Mis obligaciones laborales me impiden últimamente dedicarle el tiempo que este burdo blog requiere.
EliminarAnastasio, quiero dar un paseo con usted por el Corte Inglés.
ResponderEliminarMejor por el Mercadona, ¿No?. Y luego nos encerramos en los aseos.
EliminarEs chorradamente sublime!!!
ResponderEliminarLe agradezco estúpidamente su comentario.
EliminarGracias, capullo.
EliminarAmigo Tasio, sublime y desternillante como siempre.
ResponderEliminarUn placer que se pase por aquí amigo Signum.
EliminarEstimado amigo Prepuzio (3º intento):
ResponderEliminarLa ficción supera la realidad o usted y su adorada Jacinta estuvieron en Albacete el 18 de junio del corriente año de 2012...
http://www.rtve.es/noticias/20120619/alertas-dieciocho-provincias-lluvia-tormentas/537819.shtml
Pasmado estoy ;)
Jajajaj Seguro que fueron ellos!!!!
EliminarMe ha decepcionado amigo Chuan Che Tzú. No le tenía a usted como un delator.
EliminarEstimado Amigo Prepuzio: le pido humil-demente mil perdones...Tontamente había olvidado a toda esta caterva de indiscretos comentaristas capullescos que le rodean...
EliminarAcepto sin inquina sus disculpas estimado camarada.
EliminarDe una mezquindad sublime.
ResponderEliminarLe aplaudo.
Vigile no le caiga el pitillo cuando lo haga.
EliminarNo sabía que usted era bombero.
ResponderEliminar¿Le gusta mi manguera?
EliminarUn fenomenal cocktail entre Mr. Bean, José Luís Torrente y Torbe.
ResponderEliminarCrack!
Interesante y a la vez exagerado símil.
EliminarPeazo Poeta!¡
ResponderEliminarYa los sabe diestro amigo, lo mío es la plectra es su vertiente más sórdida.
EliminarHe llorado más que leyendo Paraíso robado de Judith McNaught.
ResponderEliminarEs usted un cabrón.
Y usted un gilipollas.
EliminarMaravilloso.
ResponderEliminarIgual que su trasero.
EliminarMon dieu!!!!
ResponderEliminarEs, una jodida ordinariez!!
Bravo!
P.D: Me excita levemente su nueva foto del perfil.
Sea honesto. ¿Se ha tocado viendo mi nueva foto?
Eliminary releo lo Jacinta y vuelvo a descojonarme...
ResponderEliminarPues comente en esa entrada que está huérfana de mensajes.
EliminarEscarbando entre el puterío de twitter te he descubierto.
ResponderEliminarY me instalo con o sin tu permiso.
Como usted guste,,,
EliminarQue animal!!! desde luego... es usté un insensible... xD
ResponderEliminar¿¿¿¿Insensible?????
EliminarMe ha roto el corazón querida Sílvia.
Pesía bizarra estimado amigo.
ResponderEliminarSupongo que quería decir poesía Majestad,,,
Eliminar¿ Como están sus yernos?
Joder, Jacinta es muy, pero muy fea...
ResponderEliminarNo tanto como usted,,,
EliminarBuenísimo máquina!
ResponderEliminarOiga, le he mandado una foto para que pueda escribir alguna de sus historietas.
Un abrazo.
La he recibido amigo Gabi.
EliminarHaré un destrozo con ella. Se lo agradezco.
Escapémonos lejos, Anastasio. Va.
ResponderEliminarNo hace falta ir lejos, amiga Capreso,,,
EliminarConozco un hotel muy económico,,,
Juas Juas, K grande mamón!!!
ResponderEliminar¿De dónde ojoné saca las fotos?
De una máquina fotográfica.
EliminarGenial como siempre.
ResponderEliminarNo mienta pequeño bribón. Es una solemne gilipollez como bien han comentado alguno de los contertulios.
EliminarDebería protagonizar la 5ª parte de la saga Torrente.
ResponderEliminarSería un honor para mí,,,
EliminarJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
ResponderEliminarLes tengo dicho que no escriban en mayúsculas, JODER!!
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCobarde! ¿Por qué borró el comentario?
EliminarMuy bueno Don Prepuzio. Tiene que animarse a escribir un libro.
ResponderEliminarSalu2.
http://lomejordelhumorgrafico.blogspot.com.es
Sí, pero de los que son para colorear.
EliminarDíganos la verdad: ¿Es usted un actor porno?
ResponderEliminarLo admito. Y en su versión zoofílica.
EliminarLo que es el amor eh Tasio? anestesia contra granizadas y todo tipo de tormentas.
ResponderEliminarY lo contento que está con su Jacinta según se ve en la foto que le sacó jeje!
Si le contara que siento yo por usted,,,
EliminarPOR USTED MATO, MAAATO!
Es usted el puto amo como diría aquél,,,
ResponderEliminarBusco sumisa, pues.
EliminarFantástico, fabuloso.
ResponderEliminarA sus pies.
Su nariz no mejora, ¿eh psoriático?
EliminarHola :
ResponderEliminarMe llamo Jimena San Martín soy administradora de un sitio web. Tengo que decir que me ha gustado su página y le felicito por hacer un buen trabajo. Por ello me encantaria contar con tu sitio en mi web, consiguiendo que mis visitantes entren tambien en su web.
Si estas de acuerdo hazmelo saber enviando un mail a jimena.sanmartin@hotmail.com
Jimena San Martín
Gracias. Tal vez en otra ocasión.
Eliminarhay algo mágico en ese jardín...
ResponderEliminarY yo puedo darle esa maravillosa magia,,,
EliminarNaturismo al desnudo.
ResponderEliminarCapullismo en estado puro.
EliminarJajaja. Grotesco.
ResponderEliminarBesos my Capullo.
Besos para usted bellísima Nandy.
EliminarJaja
ResponderEliminarYa te digo.
Lenguaje no verbal ;-)
¿Dónde coño ve usted el lenguaje no verbal?
EliminarEs usté incorregible,y eso me gusta.
ResponderEliminarAsí me gusta. Que le guste.
EliminarEs tronchante, gracias por hacerme siempre reir... (de dónde habrá sacado esa foto...):).
ResponderEliminarBesos
Yo puedo hacerle muchísimas más cosas sumamente más placenteras amiga Patricia.
Eliminarjajajajaja que me meo... xD xD
ResponderEliminarHigiene ante todo!. Hágalo dentro del retrete.
Eliminar¿Es usted de Burgos?.
ResponderEliminarSe lo pregunto más que nada por la morcilla.
No. Soy de Villanueva del Trabuco.
EliminarQue extraño follaje...
ResponderEliminarY que alimañas más raras viven, ¿no?
EliminarLa señal os indicará el camino! jajaja
ResponderEliminarExacto. Pero ni se le ocurra tocar la señal.
EliminarLa guinda a esta, sin lugar a dudas, romántica escena, hubiera sido apedrear a Jacinta.
ResponderEliminarLo hice, maestro, pero lo obvié para no parecer misógino.
EliminarYo también he llorado con este relato que cala en el corazón. Snif, snif.
ResponderEliminarPoeta!
Y eso que usted es de Bilbao,,,
EliminarHago lo mismo que hizo Jacinta: asiento con la cabeza, aguantándome la risa, en una indudable señal de aprobación.
ResponderEliminarBravo!!
Cuanta tiempo sin verlo por aquí, Chico-Marx.
EliminarMe alegra que esté de vuelta.
JAJAJAJAJA Mis reverencias!
ResponderEliminarAcepto cheques al portador.
EliminarBRUTAL!
ResponderEliminarQue bueno el relato de Jacinta!
Es una grosera vulgaridad amigo Chema y usted lo sabe.
EliminarPLAS, PLAS, PLAS.
ResponderEliminar¿Está apaleando a alguien?
EliminarEs usted un mamporrero. Pobres animales del jardín,,,
ResponderEliminarMamporrero,,,interesante vocablo.
EliminarMe acaba de dar una grotesca idea con su comentario.
Gracias.
Hoy me ha hecho MUY feliz.
ResponderEliminarLe ruego pues que me indique como hacerle infeliz.
EliminarJa ja ja es usted la monda!
ResponderEliminarLlorando de risa!
Y usted está como un tren.
EliminarQue bueno! Es genial, jajajaja
ResponderEliminarUsted también está buena.
Eliminar¿Por qué me gustan todas las mujeres?
QUE BUENO ERES KABRITO!
ResponderEliminar¿Quién es usted?
EliminarIdentifíquese!
? Porqué es usté tan capullo?
ResponderEliminarBásicamente porque me sale de la glándula testicular.
EliminarQue belleza de cactus. Me refiero al 2o.
ResponderEliminarUna historia conmovedora.
ResponderEliminarUn nabo en un jardín botánico?¿
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