viernes, 4 de enero de 2013

LOS CABRONES DE LOS REYES MAGOS


Con la llegada de las Fiestas de Navidad, también llegó el acontecimiento que más ilusión me suscitaba: la visita de los Reyes Magos de Oriente. 
Esos míticos y grotescos personajes, coronados legendarios y desgreñados; aquellos tres mugrientos y barbados caballeros montados en sus camellos, que todavía hoy, colman puerilmente mi corazón de alegría, y me devuelven la ilusión perdida de la inocencia. 
Siempre había sospechado que tres hombres, maduros y varoniles, visitasen hogares año tras año, con la simple finalidad de hacer regalos. Era consciente que aquellos payasos transgredían la ley, entrando impunemente en casas ajenas. Pero a mis 40 años, continuaba ingenuamente enamorado de un sueño, hechizado por la aruspicina de esa noche mágica y profética, acongojado por no saber aún si mis deseos habrían sido o no concedidos, empecinado en verificar en primera persona la frase que tantas veces me habían repetido: ” Los Reyes Magos son como tus ojos. El tercero es negro”.
La oscuridad de la noche allá fuera, rota por los centelleos de neón y el resplandor de los escaparates adornados con motivos navideños, creaba un ambiente de algazara que lo inundaba todo. 
Salí al balcón provisto de unos binoculares que hábilmente había hurtado de un Leroy Merlín, dispuesto a contemplar la Estrella de Belén, brillando como una lentejuela sobre terciopelo nocturno. 
Tras un par de horas de tediosa espera, y con evidentes signos de hipotermia, cerré furioso la ventana y escupí la bilis con un gruñido. Ni rastro del jodido cometa. 
¡Maldita contaminación!- susurré contrariado mientras me frotaba con fervorosidad los genitales para entrar en calor. 
Los zapatos relucientes, 3 gramos de cocaína y una botella de cognac para los reyes, y el césped, arrebatado del jardín de mi vecino, hábilmente mezclado con cianuro para los camellos, aguardaban impacientes bajo el árbol de navidad.
Estúpidamente nervioso, decidí disponerme a depender de mi viejo televisor para sobrellevar las horas previas a la medianoche.  En el canal 5, un partido de exhibición de tenis femenino llamó mi atención. De forma astuta, subí el volumen para hacer creer a mis vecinos que estaba follando.
Me tumbé en la cama con sobredosis de café. No quería que me pasase lo mismo que años anteriores, cuando fui incapaz de levantarme al oír aquellos esperados ruidos en el salón. Los Reyes de Oriente iban a volver aquella noche, puntuales a su cita anual y no estaba dispuesto a perdérmelo. 
Lo tenía todo previsto. Un plan minucioso. Detrás de la puerta, entre el mugriento sofá y la grotesca lámpara de pie, estaba mi escondite secreto, aquel que había servido tantas veces a mi padre para ocultarse de mi madre cuando ésta iba borracha.
A las 24.00 horas, apagué la luz del dormitorio y salí sigilosamente de mi habitación, tumbado en el suelo en forma de cruz, y arrastrándome tal marine en misión secreta, me coloqué en aquel rincón que sería mi puesto de vigilancia durante todo el crepúsculo. 
El viejo reloj cucú marcó las tres de la madrugada. Ni rastro de aquellos cabrones. Yacía inmóvil, hastiado, tremendamente aburrido en aquella jodida guarida. Una cruel y bizarra idea se cruzó por mi cabeza. Cogí el calcetín que adornaba el árbol de navidad, me lo enfundé en el pene a modo de profiláctico, y me masturbé. Cuatro veces. Cuando empezaba la quinta autoestimulación, oí como si un gato estuviera arañando las maderas del balcón. Con el corazón casi saliéndome por la garganta, posé mi dedo índice sobre el interruptor, pero no me atreví a encender la luz.
- ¡ Ya están aquí los Reyes Magos !- exclamé entre sollozos y con voz entrecortada. 
Asomé la cabeza para observar como dos sombras deambulaban siniestramente por el salón a gran velocidad. Lo primero que me llamó la atención es que no vestían con sus largas y pomposas túnicas, sino que iban en chándal y calzaban  zapatillas. Atribuí el hecho a la crisis. Entre ruidos, oía voces, pero tan bajas que no entendía lo que decían. Decidí asomar de nuevo la cabeza. Ahí estaban Melchor y Baltasar, aspirando por su nariz el estupefaciente y sorbiendo el brandy que les había dejado preparado. Aquellos desgraciados se estaban dando un fastuoso festín. 
Pero ni rastro alguno de los regalos. Ni rastro de Gaspar
Mis manos no habían dejado de temblar, y la tristeza  se apoderó  mí. 
Noté como mi corazón se ahogaba en el fango, dagas de hielo clavadas en mi alma. El dolor me invadió suplicando a mis ojos que derramaran lágrimas. Los Reyes Magos se habían olvidado una vez más de mí.
-¡Anastasio, Anastasio!- susurró una voz afrancesada.
Acurrucado en la esquina, me froté los ojos.
-¿ Quién es? ¿Quién me habla?- exclamé perplejo.
-¿ Por qué lloras, hijoputa?- añadió aquella hercúlea figura con tono conciliador.
-¿ Quién eres?- murmuré acojonado.
- Soy Gaaaaspar, tu rey favorito. No me he olvidado de ti, cabrón. He venido desde tierras lejanas para hacerte un regalo muy especial- respondió aquella voz con evidentes signos de embriaguez. 
Una emoción indescriptible se apoderó de todo mi ser; sentí que la voz se me anudaba en la garganta, estallé en un sollozo inmenso.
Gaspar por fin no se había olvidado de mi.
Con el rostro bañado en lágrimas, encendí la luz del salón. Y allí estaba él, soberbio, divino, célico. 






145 comentarios :

  1. jajajajajaja¡¡¡¡¡ que animal ¡¡¡ jajajaja

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  2. Como he reído.
    Me encanta,es ud. genial!!!

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  3. Es fantástico este blog,me parto
    Gracias por brindarlo

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  4. Después de haber leído tu experiencia con los REYES MAGOS, no puedo pronunciar el nombre de Anastasio Prepuzio sin decir "mítico".
    Gracias por las risas.

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  5. !!!Mother of the beautiful love!!!
    Lo que me ha costado aguantarme las risas con lo del del tennis femenino.
    ¡Pedaaaacho de post!

    P.D.: Estaré alerta la noche del sábado.

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  6. Estimado Amigo Prepuzio:
    Hermoso cuento de Navidad, lleno de esperanza e ilusión. Como un chiquillo, me porto angelicalmente estos breves días. Yo también, a mis ejemmysiete años espero con ilusión la subrepticia visita de sus Majestades de Oriente. Yo también aguardo en la cama, con el corazón encogido de emoción, el sonido de sus pasos sigilosos en mi salón. Así es como pude atrapar al gordo rojiblanco del jou, jou, jou la pasada nochebuena. Esta vez no se me escaparán. Ya he contactado con un perista para vender el contenido de sus mágicos sacos de regalos. ;)

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    1. ¿ Qué ha hecho con el seboso de barba nívea, amigo Chuan Che Tzú ?

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    2. Sólo responderé si me garantiza inmunidad, amigo Prepuzio...

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    3. Le garantizo exoneración, buen amigo. Palabra de capullo.
      Cuéntenos,,,

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  7. ¡Que me peo, leche, que me peo!
    Ahora entiendo el porqué me levanto con dolores en el trasero el día de reyes ;).
    Salu2.

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    1. Pues eso no es lo más jodido,,,
      Rece por no levantarse con dolor de boca,,,

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  8. Tiene usté el diablo dentro.
    ¡Sublime!

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  9. Partiéndome el culo, y nunca mejor dicho.
    Un abrazo maestro.

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  10. Ains...pues no me he tirado yo noches de reyes ni nada a lo largo de mi vida esperándoles!
    No recuerdo cuándo fue cuando dejé de esperar sus regalos, ni que cumpliesen mis deseos...me limité a esperarles porque de tres, seguro que alguno tendría ganas de echar un polvete jejeje. Me iría a la cama sin regalo pero más a gusto...jajaja.
    Pero ni por ésas, no los pillo nunca. También es cierto que nunca he ideado un plan tan magnífico como el tuyo para engancharles.
    Este año ya no los espero. Aunque no estoy muy buena, siempre he sido buena y han pasado de mí.
    Ahora yo paso de Reyes, paso de deseos imposibles (ya borré algunos de mi lista) y arreando, que es gerundio.
    Lo del tenis...me ha matao, jajajaja, de la risa! Buscaré un encuentro de tenis televisado, pondré el volumen a tope, cerraré los ojos e igual me inspiro jajaja.
    ¿El capullismo se pega?

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    1. Si necesitas inspiración, aquí me tienes Belkis.

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    2. Craso error amiga belkis lo de borrar 'deseos imposibles',,,
      Y cuando quiera le invito a jugar al tenis.
      Y sí, lamentablemente el capullismo es contagioso.

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    3. Dany, hecho: ¿qué torneo quieres que veamos? jejeje

      Anastasio, qué bonito.... a todas las invitas a cenar y a fornicar, y a mí a jugar a tenis...a sudar, a hacer ejercicio...qué manera más elegante de decir que me hace falta! jajajaja

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    4. belkis, le invito a jugar al tenis porque este deporte se juega con pelotas,,,

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  11. Eso si que es un regalo, y no la mierda que me ha traido el gordo cabrón hijoputa de papá noel.

    Eso me pasa por adoptar costumbres foráneas...

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    1. Amigo Torpe Mán, regalo, lo que se dice regalo, no es,,,Al menos para mi.

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  12. Siéntase afortunado...
    Si en lugar de Gaspar hubiera sido Baltasar, otro gallo hubiese cantado. Y con voz afónica...

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  13. Esperaré despierta este sábado.
    Tal vez tenga suerte...

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  14. ¿ Qué son esto artilugios de goma cobrizos?

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  15. Siempre me deja impresionada con sus historias.
    No puedo parar de reír con este relato.

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  16. Joder, qué famélico está el pobre Gaspar.

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  17. El camello, morfinómano, necesario para dar más realismo si cabe a tan estúpida historia.
    Aplausos.

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  18. Le juro, por la hijas que no tengo, que si veo a Gaspar en la cabalgata de Valencia, le apedreo.

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    1. Gracias camarada Agus.
      Estaremos atentos a los avances informativos.

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  19. Maravilloso.
    Que bello es el camello.
    Besarkada bat eta zoriontsu 2013.

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  20. UNA PUERTA ABIERTA A LA IGNOMINIA.
    Ingenioso a la par que estúpido. Saludos!!!

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  21. Oiga, cásese conmigo (pero antes pídame su matrimonio).

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    1. Primero debo cerciorarme si somos compatible sexualmente, querida amiga.

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  22. ¿¿ Está seguro que no es Nacho Vidal disfrazado de Rey Mago ??

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  23. Con la mala suerte que tengo últimamente, este año vienen los tres con el mismo regalo.

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  24. Demasiado bueno para no ser verdad!

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    1. Discrepo amiga Anna,,,es una auténtica gilipollez,,,
      Le devuelvo el beso.

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  26. Hoy duermo con tampax en el culo.

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  27. Joder, que mal repartida está esta vida. Y no lo digo por el pelo....

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  28. No sabía que los reyes magos tuvieran tantos huevos...

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  29. Casi las tres de la mañana, ando escondida detrás de la puerta, se me duermen las piernas, se me aplastan las tetas,....y los tres colegas éstos sin aparecer!
    Mira me voy a dormir, y les dejo una nota de que en mi cama les espero. Aunque este Gaspar tan escuchimizao me da un yuyu.....
    Feliz noche de Reyes a tod@s!

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    1. ¿ Como acaba la historia, amiga belkis ?

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    2. Pues podría contarte una película y decirte que aparecieron los tres, hasta el gordito de rojo! jajaja, y que uno tras otro fueron cayendo...ante mis encantos! jajajaja. Pero mentiría; soy encantadora (es que no tengo abuela!) pero no apareció nadie, nadie.
      Ale...otro año a esperar

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  30. A mi me ha pasado lo mismo, belkis ;)
    Muy bueno Tasio!

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  31. Ja ja ja!
    Muy oportuno este postio!!

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  32. Te he descubierto recientemente, pero lo estoy compensando dándome panzadas de lectura de entradas antiguas que me están procurando extraordinarios momentos de capullismo. Y mucha risa.

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  33. Cuanto tiempo sin pasarme por aquí. Tu ironía y tu sarcasmo siguen intactos.
    Un abrazo.

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    1. Espero que se pase por aquí con más frecuencia, camarada,,,

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  34. Llorando de risa.
    Feliz año Sr. Prepuzio.

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    1. Yo también le deseo un año colmado de cópulas y fornicio,,,

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  35. Cabrones??
    Si yo quiero uno de esos Reyes Magos, jjejee

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  36. Muy bueno, maestro.
    Feliz año capullesco.

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  37. Respuestas
    1. Si alguien es tosco en esta historia basada en hechos reales, es Gaspar,,,

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  38. Solo pasaba por aquí para dejarle un beso y desearle un buen año.
    Luego leo el post. ;)

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  39. Como ha cambiado la tradición popular!!!

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  40. Se los pasó pipa, la noche de reyes, eh?

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  41. Que lápiz tiene el cabrón!¡

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