miércoles, 25 de mayo de 2011

¡ABSOLUCIÓN PARA EL CIRUJANO PLÁSTICO DR. ERESMILDIO PREPUZIO!


El Dr. Eresmildio Prepuzio reúne en sí mismo tantos atributos, que todo él es pura adjetivación. A simple vista resulta un tipo obvio, vulgar, cateto, de rasgos físicos notorios, asombrosamente parecidos a un lemur caucásico y una soltura verbal que haría las delicias del entrevistador más perezoso. Pero solo es una coraza, la primera impresión. Tras este gran hombre de venas craneales del tamaño de tuberías de wáter, detrás este reputado doctor que esdrujula palabras, se halla un médico de intachable prestigio acusado de negligencia médica.
Muchas mujeres y, también hombres, sueñan con unos pechos grandes. Yo personalmente  tengo sueños eróticos reincidentes con el Vaquilla. Pero esto ahora no viene a cuento. Algunos trucos como el relleno con papel de periódico en el sujetador puede ayudar, pero el verdadero milagro lo obra la cirugía.  Y mi tío Eresmildo contribuye a conseguir los anhelos de estos infelices. Es un perito en la praxis de la cirugía plástica. Y ahora ha recibido una demanda por prácticas médicas indebidas e imprudentes.
Su ‘delito’, realizar el implante de pelo de muñeca a acomplejados alopécicos para huir de una condena social que señalaba la calvicie como una enfermedad de otros tiempos. Su fechoría: sanar el estigma de mujeres de senos pequeños, gente con nariz de gancho, varones con micropenes, hombres con pelos en la espalda y todas las infracciones estéticas que, pudiendo ser sostenidas por sus portadores, fueron subsanadas por la cirugía.
Los juicios por mala praxis se han convertido en un provechoso recurso de subsistencia para muchos abogados ávidos de litigio, conocedores de las falencias del sistema.
El Dr. Eresmildio Prepuzio que asume la responsabilidad en un acto quirúrgico, que le somete al estrés de desplegar su arte sobre un paciente dormido, que se compromete con la lucha contra la enfermedad ajena, que desafía a la muerte sabiendo que no siempre triunfará y que acepta hacerlo por la vergonzosa remuneración que el sistema le asigna, ahora es un ruin incompetente, es negligente, torpe e inútil, es alguien que consume toda su inteligencia en el cadalso de su ofrenda personal hacia un prójimo que no le reconoce el esfuerzo. Agotada su paciencia, ya no puede ver que un error, aunque involuntario, le puede costar su patrimonio, su bienestar y su salud.
Sí. Eresmildio cometió un error. Un error humano. Un simple descuido de cálculo en la implantación de unos pezones a una decrépita muchachita que ansiaba parecerse a la Jolie. La jodida susodicha, al mejor estilo ‘Poncio Pilato’, ha demandado a mi querido tío por ‘mala praxis’.
El día en que ellos, los profesionales en el arte de curar, dejen de pensar tanto en el paciente, en su capacitación profesional a cualquier costo, en las instituciones para las que trabajan, y tomen conciencia de lo mucho que arriesgan en cada acto médico, ese día la atención médica del país se paralizará. 

¡¡Absolución para Eresmildio Prepuzio!!



11 comentarios :

  1. Injusticia! Pobre doctor!!!! Eso no es una negligencia médica! jajajaja

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  2. Ya lo dijo un gran maestro:
    todo se ve por los ojos
    y pues que siendo bisojos,
    lo ven diferente al nuestro,
    mas con la misma belleza,
    pues que esa está en la cabeza.

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  3. Qué familia más peculiar tiene ud.

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  4. Joder como para que te opere de apendicitis....

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  5. Que desilusión se llevaría la pobre muchacha ahora que viene el verano!

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  6. ¡de error de cálculo nada! Los pezones son perfectamente simétricos según los ojos del doctor!

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  7. jajajaaja que ARTEEE....!!!!! ESO ES EL CENTRO NEUROJICO..... UNA PA CAI, Y LA OTRA PA ANDORRA.... jajajajaja

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  8. Estimado Sr.Prepucio,
    Creo que es una injusticia que juzguen a un hombre por su arte. Y señor Prepucio, los pezones de esa hembra, son arte. Como dijo aquí mi tocayo anónimo, una pa Jeréz y otra pa Bilbao. ¡Pónganse gafas señores! Cuando del deleite de la belleza exuberante de unos pezones estrávicos, se sepa apreciar el amor que los ojos de tan reputado cirujano pusieron en ellos, El Sr.Eresmildio será vitoreado como un guerrero de la cirujía. ¡¡Yo quiero unos pechos así!! TORCIDOS, que desconcierten a los machos. Y una nariz incierta, y unos labios a grumos. ¡¡Viva la cirujía artística!!
    Uf, disculpe mi entusiasmo Sr.Prepucio, pero me he dejado llevar.
    Atentamente suya, con permiso de su hermosa señora.

    Maria de los Remedios Bajina

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