miércoles, 20 de marzo de 2013

LA ISLA XINING

La jornada transcurrió apacible, cautivadora, maravillosa. El sol brillaba con vigorosa intensidad y la calidez de sus rayos abrasaba mi albina cutícula para enriquecer a algún decrépito perito en dermatología. El azul del cielo tenía una intensidad que sosegaba el ánimo del más deprimido. Soplaba una brisa salada que rozaba suavemente mi piel huérfana de prendas y musitaba en los multiformes cocoteros. Las cigarras cantaban con fuerza, las tortugas marinas jugueteaban con sus genitales y los macacos tropicales probaban puntería con cocos y piedras contra los escasos turistas que holgazaneaban en las hamacas saboreando exóticas bebidas.
El rumor del agua, que rezumaba en aquel empíreo territorio, me susurraba dulcemente,  sabiéndose protagonista, seduciéndome con celestes imposibles, acariciando con suavidad la arena blanca de aquella playa, consiguiendo enamorar a las palmeras.
Había decidido tomarme unas merecidas vacaciones para alejarme del bullicio urbano y los problemas que me atormentaban. Precisaba descansar en algún recóndito paraje que pudiera ofrecerme naturaleza en estado puro y playas vírgenes donde relajarme. Y en Xinging, en aquella isla asiática, en ese atolón de serenidad rústica, con el único tráfico de los campesinos con sombreros cónicos y el pastoreo de su ganado, podría meditar sobre el perdón a mi amada Jacinta tras su infidelidad.
Aquella playa parecía eterna. Era una orgía de colores y sabores, donde el reloj parecía haber detenido su frenética carrera para llevar un ritmo más calmo. Y allí me encontraba yo; recreándome burdamente con la construcción de castillos de arena, eructando por el masivo consumo de bebidas carbonatadas, restregándome con la fina arenisca de ese paraíso, nadando sin pudor con mis nuevos manguitos, sin la mirada inquisitiva de los demás bañistas.
La radiación del sol había hecho que mi escroto y velludas nalgas se cubrieran de manchas ardientes y llagas purulentas. Decidí postrarme bajo una centenaria palmera. 
El armonioso silencio era sólo roto por la diáfana sintonía del vaivén espumoso de las olas. Leí una vez más la carta que Jacinta me había remitido:



Aquella misiva parecía pura, sincera, generosa, escrita desde lo más hondo de su corazón. Cerré los ojos por un instante,  intentando procesar las nobles palabras que destilaba el manuscrito. ¿Debía perdonarla? me pregunté meditativo una y otra vez.
Al abrir los ojos, la vi. Una bella lugareña, una silueta esplendorosa, de ojos rasgados y pequeños, sencilla, femenina y esbelta, nadando como una hermosa sirena entre la última franja de luz anaranjada que se escondía tras el horizonte.
Tuve que pellizcarme los testículos para cerciorarme que no estaba soñando.
La magia de ese momento, de esa postal, me hizo sentir como el protagonista de un cuadro que no necesita lienzo.
La estaba observando fascinado, hechizado, cuando nuestras miradas se cruzaron. Me dedicó una sonrisa a modo de saludo que me turbó y me hizo bajar los ojos como a un pueril adolescente, reacción que ella percibió de inmediato y le provocó una nueva sonrisa.
Me levanté escondiendo de forma astuta mi mórbida barriga, me enfundé las gafas y el tubo de snorkel y me lancé al agua como un avezado nadador. Quería impresionarla. 
Empecé a nadar hacia ella, chulescamente, estilo mariposa. Apenas aguanté 10 metros. Ella me miraba, con ojos tímidos que parecían susurrarme: ”Ven,,,Tómame, mancíllame”
Pasé a hacerlo estilo crol, con menesteroso resultado. Cuando ya no controlaba el ritmo, y mi nado era irregular y torpe, braceando tal canino ahogándose, llegué ante su bella y exótica presencia.
Sin mediar palabra, nos miramos y nos besamos apasionadamente.
Mi boca paladeó sus besos mezclados con sal y arena, el perfume a pescado de su cuerpo. Percibí la presión de sus pequeñas extremidades recorriendo mi espalda, el vigor de su aliento en mi rostro.
El tiempo se detuvo, el pasado y el futuro dejaron de existir, sólo contaba ese instante, nuestro instante.
Ella mantenía juntas nuestras cabezas, y yo, juntaba nuestros torsos sumergiendo mis dedos en los lugares más prohibidos de su cuerpo.
Envolví su pelvis con una de mis piernas. Todo mi cuerpo latía al compás de su corazón extasiado.
- Cásate conmigo- murmuré embelesado. El instante era mágico, celestial, llegando casi a comprender eso que algunos llaman nirvana.
Ella respondió con un gesto de desaprobación, indicando que lo nuestro era un romance imposible.
Hicimos el amor, una y otra vez,,,





137 comentarios :

  1. Se me rompe el corazón al leer esta historia ;)
    Un petó.

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    1. Bien sabe usted que en el fondo soy un trovador,,,
      Un altre per a tu.

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  2. Tío:
    Me arrodillo ante tu imaginación.
    Señor Prepuzio, el bizarrismo es un estilo de vida,
    De verdad, enooorme!!!

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    1. Créame, levántese antes que entre algún cuerpo extraño en su boca,,,

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  3. Capullo... Genial... Me encantó. He decidido en virtud de este relato volver a escribir... algún día. Excelente

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  4. Es usted el faro que ilumina las tinieblas de la ignominia. Me ha hecho llorar como un crío.
    Plas,Plas,Plas

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    1. Halagado me encuentro tras leer eso de " Es usted el faro que ilumina las tinieblas de la ignominia",,,

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  5. Debería pasar la carta por el traductor de chino, es probable que no se le coma ni un acento ¡¡¡¡

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    1. Si Cervantes levantara cabeza, abofetearía a mi querida Jacinta con panceta, amigo Miquel,,,

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  6. No hay historia de amor mas triste...que aquellas en las que los enemorados por una u otra razon no pueden estár juntos

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  7. Veo que sacó provecho de sus prácticas de apnea en el retrete.

    A mi me viene fenomenal poder aguantar la respiración durante largo tiempo, ya que procedo de una familia aerofágica.

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    1. Efectivamente, diestro amigo,,,
      Deduzco que usted también practicó tan noble ejercicio,,,

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    2. ¿Se refiere a copular con animales marinos, buceo indoor en Roca o ejercer el noble arte de las flatulencias?

      La respuesta es si.

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  8. Gluppsss....
    Ni un machote barbudo como yo puede no conmoverse con esta historia.
    ¡Salvemos a los cetáceos odontocetos !

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  9. Es usted un romántico...
    Donde hay que clickar para "aplaudir" un post?. Genial.

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    1. A ver si esta noche invento un gadget para que usted pueda aplaudir,,,

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  10. ¿Zoofilia o arte antropomórfico animal?

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  11. Oiga, Jacinta habla el latín antiguo?

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  12. Qué bella prosa gasta y qué ganitas de pegarle tengo!

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    1. Curiosamente es un sentimiento recíproco,,,
      ¿ Lo solucionamos como hombres ?

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  13. Exijo a las autoridades que el Sr. Prepuzio sea encerrado en una jaula y alimentado estrictamente con cacahuetes

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  14. Cada vez aumenta más el morbo en sus entradas...En esta ocasión casi invita al onanismo...

    enhorabuena...

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  15. Cielo santo... esta noche voy a tener pesadillas.
    Ha vuelto a dejar la medicación. Afirmo.

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    1. Sólo dejé la suministrada por vía rectal,,,
      Llámeme si no puede conciliar el sueño,,,

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  16. JAJAJAJAJA
    Ojalá nunca deje de alienar de esa manera.

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  17. Gran momento en la historia de la sexualidad vacacional.
    De gran triunfo machista el no tener que casarse y proceder a que ella sólo extraiga el veneno del animal.
    Creo que como éxito de masas no necesita flagelarse tanto, es más estético contemplar gente preciosa involucrándose en revolcamientos lúdicos que ver a personas de aspecto repulsivo.
    Observe como ésa regla se cuida en el cine.
    Escribir no es un acto de confesión, y nos debe de quitar las limitantes que imponga la realidad. Por éso en la fantasía heróica vemos al hombre combatir con el dragón.

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    1. Amigo Carlos,
      Disculpe mi ignorancia, pero no entendía nada de su comentario,,,
      En cualquier caso, agradezco su aportación.

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  18. Me encanta tu mente,
    te agrego a la mía.

    Saludos desde mi oscuridad.

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  19. ¡Un OLE, una OLA y un aplauso para mi Anastasio!
    ¡Será@#$!!<$%")=@@~$~~

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  20. partiéndome el ojaldre con su historia de amor.
    JAJAJAJA

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  21. Ese delfín en cuestión, tiene hermana?

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  22. Estoy tramitando un billete en viajes Barceló. Creo que también viven ballenas en la costa de la Isla Xinging.

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    1. Ansiosos esperamos que nos explique su experiencia, amigo Salva,,,

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  23. Usted merece el premio a la idiotez.
    Gracias por las carcajadas.
    Salu2.

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  24. La lágrimas caen sin control de mis ojos...

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  25. Joderrrrrrrrrrrrrrrrr usted y la fauna terrestre!

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  26. Buenísima historia, tan buena que suena inverosímil, pero I WANT TO BELIEVE.

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  27. ¿Que has fumado? Que rule...

    Ahora en serio, enhorabuena, gran post.

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  28. Aplaudo una vez más la lucidez intelectual y el sentido ético del propietario de este blog.
    Atentamente, dos saludos.

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    1. Le devuelvo con sumo entusiasmo sus dos saludos, y subo uno más,,,

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  29. ole, ole y ole, hamor intraanimal, SÍ SEÑOR!

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  30. Bravo por todo una vez más.
    Un camarada sefardí me ha comentado que Jacques Cousteau ha iniciado una cruzada contra ud.
    Los tres ojos bien abiertos!

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  31. Creo que no había llorado tanto desde Crepúsculo.

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  32. Muy bueno... me ha hecho reír un buen rato...
    :-)

    Saludos.

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  33. Me da en la nariz que no tiene engañados y que siguiendo una mesiánica estrategia ha viajado a la Isla Xinging para traer un buque de carteras Louis Vuitton.

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  34. Chapeau, monsieur!
    Como me he reído.
    Besos^^

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  35. Ni me quiero imaginar su viaje a Tanzania...

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  36. La gran aventura de Winter el delfín, en su versión +18 años.

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  37. Querido Anastasio: como veo que te van los animales marinos, y como yo AÚN te tengo ganas, puedo dejar que me consideres una foca o una ballena con tal de... ya sabes. Y sí, llévate el tubito ese de respirar, porque te iba a dejar sin respiración jajaja.
    Por cierto, estoy ardientemente ansionsa de leer tus historias amorosas con conejos pero ojo, querido, eso no es tan original: la mayoría de los hombres tienen historias con ellos ;)

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  38. Pi Pi Pi piiiiiiiiiiiiii
    Le pone este sonido?

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  39. Yo admiro a Jacinta amigo Anastasio, porque aunque no tenga una ortografía depurada, se lo dijo bien claro, aunque le costara al principio admitirlo, al final puso las cosas en su sitio. Causa un efecto terapeútico beneficioso leer sus historias. Lo admiro.

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    1. Pásese cuando quiera amigo Luís, le prometo ordinariez en estado puro,,,

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  40. Ay como es usted Tasio jejeje! yo creo que le compensa perdonar a Jacinta. Tiene menos peligro que su última conquista salvaje y además estáis hechos el uno para el otro hombre!!

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  41. Después de leer esta historia me invade una angustia inexplicable y siento unas tremendas ganas de llorar...pero porque?

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  42. Con la cantidad de admiradoras que usted tiene y acaba enrollándose con un delfín ^_^

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  43. ¡Sí, señor! El humor y la imaginación al poder. Me he reído mucho con tu post.

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Amable visitante:
Es usted libre de inmortalizar su interesante opinión y/o vilipendiar al autor de este absurdo blog si lo considera oportuno.

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